El PSOE busca acomodo al gerente fulminado por Sánchez para que «guarde silencio»
Mariano Moreno Pavón fue cesado hace unos días como gerente del Partido Socialista en la primera reunión de la Ejecutiva Federal. Su despido estaba acordado desde hacía varias semanas, según fuentes cercanas a la dirección, pero él era el único que no lo sabía. Ahora Ferraz, que ya le ha relevado por la andaluza Ana Fuentes, le busca acomodo con unas condiciones similares a las que tenía «para que guarde silencio». Así lo aseguran fuentes conocedoras de la situación a este periódico. La decisión se debe tomar en los próximos días, ya que desde esta semana no tiene funciones asignadas a su puesto de trabajo.
Y es que el hombre que custodia las llaves de las cuentas del partido sabe muchas cosas. Más de las que algunos, cuando se decide cesarle, querrían. Desde el año 2017, cuando fue nombrado por Pedro Sánchez, Moreno Pavón llevaba el control de todo lo que pasaba en el cuartel general del PSOE. Un papel que se vio reforzado, en verano de 2018, cuando el líder socialista llegó tras la moción de censura al Palacio de la Moncloa. El temor a que pueda dar rienda suelta a toda la información a la que ha tenido acceso en los últimos años, como respuesta al enfado por la forma en la que ha sido despedido, es lo que obliga a Sánchez a recolocarlo.
La nueva dirección del partido mira tanto dentro de Ferraz como en el Gobierno para el nuevo desempeño profesional de Mariano Moreno Pavón. El alto salario que tenía como gerente de la formación, y la falta de cargos con una remuneración similar que hay dentro de la estructura orgánica, empujan a la organización a encontrarle una buena plaza en Moncloa o en alguno de los ministerios que dirigen los socialistas. Su futuro se podría conocer en los próximos días. La jugada con el ex responsable de finanzas es la misma que Sánchez ha ejecutado con el ex ministro de Cultura y ex miembro de la Ejecutiva Federal, José Manuel Rodríguez Uribes, que será embajador en la Unesco.
El ya ex gerente, que ha desempeñado prácticamente toda su carrera profesional en el número 70 de la calle Ferraz de Madrid, es un activista LGTBi que antes de convertirse en el hombre que controlaba la caja del PSOE ocupó varias responsabilidades con José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba y el mismo Sánchez. Con el retorno del actuar líder a la Secretaría General le convirtió en el máximo responsable de la contabilidad de la organización política.
Es a partir de ese momento cuando Mariano Moreno empieza a tener más contacto con la vicesecretaria general Adriana Lastra, con quien ha entablado una relación de amistad. A ambos se les vio juntos en un yate el pasado verano, posando con colaboradores de la número dos del partido o con el nuevo secretario federal del área LGTBi, el waterpolista Víctor Gutiérrez. A Moreno también se le ha visto con otros dirigentes socialistas de fiesta por Torremolinos en las últimas semanas, buena prueba de las relaciones que mantiene el ya ex gerente del PSOE.